TODAS LAS MEMORIAS
La memoria en el arte se hace presente como un vestigio del sentir y de la vivencia; traducida a la materia, la memoria se convierte en un testigo de la experiencia.
Supongo que, desde ese lugar común del registro de la vivencia, se encuentren el arte textil y la escritura, reconocidos a través de la etimología y la literatura semejantes, artes primas. Hoy en este espacio donde fuimos convocadas, antes hubo una biblioteca, también hubo una pregunta por la escritura, la herencia y la memoria histórica, el padre, el hijo, hubo una historia escrita principalmente por las miradas de hombres.
¿Qué dicen las manos laboriosas de mujeres sobre este lugar? Hablan de sentir y de comunidad, del tiempo, de la productividad y del ocio, de la existencia y de la vicisitud, del juego y de la reflexión, de la pregunta existencial.
Además de la familiaridad y naturalidad de la plática entre las mujeres cuando ocupan sus manos a algo, la pregunta por el sentido es la que siempre regresa. Las mujeres se saben miradas, se saben usadas, pero también se saben productoras de conocimiento.
El arte textil busca dar una respuesta sensorial a problemas de la existencia, y se presenta como un remedio al paradigma patriarcal: constituido por amor, reconocimiento, diálogo y reciprocidad espontánea.
Todas las memorias es una inmersión al textil, a pensar cómo la palabra fue privilegiada en una sociedad de hombres, y observar cómo las memorias están guardadas en las manos de las mujeres.
🖊 Virginie Kastel